Solución al mayor reto del AVE árabe
Copasa «sopla» la arena que se acumulaba en el AVE a La Meca

D.Casas. – La VOZ DE GALICIA

La gallega Copasa acaba de resolver el principal punto débil del megaproyecto ferroviario del AVE a La Meca: limpiar la arena que se acumula en las traviesas de las vías y que, desde que entraron en circulación los trenes de alta velocidad hace menos de dos años, dificultaba el tránsito de los convoyes que recorren los casi 500 kilómetros que separan las ciudades de Medina y La Meca, en Arabia Saudí. Una máquina autopropulsada a la que se le han incorporado carros de soplado, elimina los áridos entre los raíles. Por las noches, para no interrumpir la línea de circulación. Se trata de una tecnología propia, diseñada en el tiempo récord de tres meses, mediante el reaprovechamiento de los trenes bateadores cuya vida útil había concluido con el fin de las obras.

 

Una firma gallega se convierte así en la empresa que ha sido capaz de subsanar el mayor obstáculo de una infraestructura que ha supuesto todo un desafío y que, sin duda, pasará a los tratados de obligada consulta en materia de ingeniería ferroviaria. De logros, pero también de contratiempos que se subsanan a medida que se asienta un proyecto ya ejecutado y en marcha desde hace casi dos años, pero con los escollos que conlleva poner a circular el primer tren de alta velocidad del mundo trazado en un desierto. La gran línea saudí ya transporta viajeros, peregrinos a la ciudad santa del Islam. De hecho, antes de que se declarase la pandemia por el coronavirus se habían alcanzado altas ratios de fiabilidad. La ocupación media era del 75 % y la puntualidad del 95 %.

Las principales compañías que lograron el mayor contrato internacional adjudicado a empresas españolas en toda su historia siguen en tierra árabe. Copasa que ha liderado la obra civil ocupa la tercera posición -detrás de Talgo y Renfe- en el ránking de mayor participación en el proyecto (11,78 %).

Bajo su responsabilidad se trazaron raíles y miles de traviesas en los 239 kilómetros de los casi 500 del recorrido. De los 6.500 millones de euros presupuestados para las obras (mil más de sobrecoste están aún por resolver) su parte del contrato representó 680 millones de euros y 275 corresponden a los doce años de compromiso por el mantenimiento de las vías, hasta el 2032. Es en este momento cuando la compañía acaba de resolver el problema de mayor impacto: la arena que se acumula en puntos del trazado. Se levantaron muros para contener el cúmulo del árido e incluso se construyeron placas de hormigón sobre las que se colocaron las vías para facilitar la limpieza.

Pese a todo, el equipo de ingeniería siempre trabajó en la búsqueda de una solución que evitase que la arena invadiese los raíles y dificultase la circulación de los trenes. Y la ha encontrado mediante algo tan aparentemente básico como soplar. Lo ha logrado reconvirtiendo las dos máquinas bateadoras que Copasa utilizó para compactar, nivelar y alinear la capa de grava que se extiende sobre el trazado para asentar y sujetar las traviesas del ferrocarril. Son una especie de trenes bateadores cuya vida útil terminó cuando concluyeron las obras. Ahora la compañía reconvierte estas máquinas autopropulsadas sustituyendo los equipos de bateo y colocando en su lugar compresores como fuente del aire comprimido. Dos carros de soplado, colocados en el vagón del tren a la vista del técnico de cabina, tienen la capacidad de expulsar la arena por debajo del carril especialmente en zonas con mucha árido acumulado o incluso ya endurecido. El volumen de arena en la vía que se quita por noche puede oscilar entre 200 y 250 metros cúbicos. «Con el soplado, no tenemos límite de capacidad ya que evacuamos la arena directamente fuera de las vías», señalan desde la compañía gallega.

Si las condiciones naturales del desierto no han sido fáciles para construir el AVE, tampoco lo ha sido convencer a los beduinos, únicos pobladores durante siglos, de que esa llanura inhóspita iba a ser compartida por el tren con sus camellos y cabras.

275 Mantenimiento

Presupuesto por los doce años de control de las vías que realizará Copasa. En el ránking de las 12 empresas que formaron el consorcio internacional, la gallega participó con más de 11 % de los 7.500 millones del proyecto final.

300 Trabajadores

Es la plantilla que permanece en Arabia Saudí, 75 son españoles expatriados; 150 de varias nacionalidades y 25 más saudíes, dentro del acuerdo suscrito.