Galicia será la primera comunidad en iniciar las obras de los edificios que darán cobijo a los diez equipos de protonterapia donados al sistema público nacional de salud por la Fundación Amancio Ortega (FAO). El equipo gallego, además de a los pacientes de esta comunidad autónoma, dará servicio a los del Principado de Asturias y a los del área de la Comunidad de Castilla y León que finalmente sea adscrita a este centro.
En efecto, el primer centro de España con esta innovadora tecnología se construye ya en Galicia.
La Consellería de Sanidade, a través del Servicio Galego de Saúde (SERGAS) adjudicó a COPASA por un importe de 19,8 millones de euros el contrato que, además de la construcción del edificio, incluye la redacción del proyecto de ejecución, tomando como base el anteproyecto desarrollado por el propio SERGAS.
El nuevo Centro de Protonterapia de Galicia -esta será su denominación- se ubicará justo enfrente del acceso principal al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y se prevé que su plazo de ejecución sea de 18 meses, si bien serán necesarios algunos meses más para llevar a cabo las complejas labores de ajuste por parte del fabricante del equipo, así como los correspondientes trámites previos a su puesta en servicio ante distintas instituciones, encontrándose entre estas el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). En consecuencia, está previsto que en 2026 puedan ser tratados los primeros pacientes.
Esta nueva tecnología de última generación supondrá una importante mejora en la calidad asistencial, sobre todo en el área pediátrica, pues resulta más segura y menos invasiva que la radioterapia convencional; posibilita una liberación más localizada de la radiación, lo que comporta una mejor distribución de la dosis y una menor irradiación del tejido sano circundante. Los beneficios son la merma de efectos adversos tardíos en los órganos y tejidos que rodean al tumor, así como la reducción del riesgo de desarrollar segundos tumores, permitiendo además, acortar de una manera significativa los tiempos de terapia y eliminando ciertos efectos secundarios propios de otras técnicas.
En relación con los datos técnicos del proyecto, la nueva edificación constará de dos búnkeres adyacentes (uno para albergar el equipo ya adjudicado y otro que se reserva para una futura ampliación) y un área en torno a ellos en la que se desarrollarán los espacios dedicados a la actividad asistencial, así como los de carácter administrativo y técnico. El edificio contará con una superficie construida aproximada de 5.600 metros cuadrados, que se complementarán con 6.000 metros cuadrados de espacios exteriores, generándose así un nuevo espacio público de calidad cuya ejecución también se incluye en el contrato.
Interiormente, el Centro de Protonterapia de Galicia se divide en dos niveles: la planta baja, que albergará las áreas de recepción de pacientes, tratamiento, personal e investigación; y la planta primera, en la que se ubicarán las áreas de mantenimiento, gestión e instalaciones de los equipos y del propio edificio.
Las zonas de recepción, espera y despachos se volcarán hacia espacios exteriores donde la naturaleza es la protagonista para favorecer el bienestar de pacientes y personal, y las zonas de
consultas y despachos utilizarán ventanas altas que mejorarán su iluminación, aprovechando el retranqueo de la primera planta respecto a la baja.
Para la elaboración del proyecto de ejecución, COPASA contó con un equipo multidisciplinar formado por arquitectos e ingenieros especializados en infraestructuras sanitarias de última generación, así como radiofísicos expertos en terapia de protones que, en coordinación con los ingenieros de IBA, -la compañía belga contratada por la Administración General del Estado para el suministro, instalación y puesta en marcha de los diez equipos donados por la FAO- y el equipo técnico del SERGAS, se encargó de integrar los requerimientos específicos del equipo de protonterapia en el diseño de la arquitectura e instalaciones del edificio.
Los dos búnkeres contemplados permitirán colocar dos equipos Proteus One del fabricante belga IBA y se dispondrá de espacio adicional para la construcción e instalación, de ser el caso, de un tercer equipo.