Copasa afronta 2019 con el objetivo de incrementar su cifra de negocio hasta el entorno de los 350 millones de euros -en 2018 se situó por encima de los 300 millones- y su margen de ebitda (resultado bruto de explotación) por encima del 10 por ciento. Sustenta esta previsión en el comienzo de las obras que ha contratado en los últimos meses, principalmente en el mercado internacional, que ya pesa casi el 65 por ciento. La constructora gallega quiere aumentar sus esfuerzos hacia “el desarrollo de nuevos proyectos concesionales dentro y fuera de España”, según explica su presidente, José Luis Suárez, en una entrevista con elEconomista.
“Creemos que tenemos que crecer en esta área”, asegura. Con este propósito buscará alianzas con fondos de infraestructuras que le acompañen en el capital (como ya ha hecho con Infrared con el que alcanzó un acuerdo para concurrir al Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras -PIC), y generando caja a través de la optimización de sus principales activos, entre los que se encuentran concesiones en Galicia, donde Copasa gestiona tres autovías, dos de ellas bajo la modalidad de peaje en sombra (AG-31 y AG-41) y una bajo pago por disponibilidad (AG-55). También explota plantas de tratamiento de agua, aparcamientos y áreas de servicio.
Actualmente, el grupo tiene identificadas oportunidades en países de América Latina, como Perú, Colombia, Uruguay y México, y en Europa, en mercados como Suecia y Polonia, además de España, donde aguarda a conocer todos los detalles del plan privado de carreteras. En el punto de mira figuran tanto infraestructuras de transporte (carreteras y ferrocarril) como proyectos hidráulicos, un nicho en el que “queremos intensificar nuestra presencia”, señala Suárez. Entre las iniciativas en que se halla posicionada destaca la construcción y explotación de depuradoras en el lago Titicaca (Perú).
Copasa arranca 2019 con una cartera cercana a los 1.600 millones, después de estrenarse en tres mercados en el último año: Bolivia, Polonia y Oman. “La idea es mantenerla en estos niveles”, afirma su presidente, si bien “podría crecer bastante” si tiene éxito en alguna de las grandes licitaciones por las que puja. La constructora tiene en el radar América, incluido Estados Unidos, Oriente Medio, donde ha liderado la construcción de la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca (Arabia Saudí), y Europa.