Copasa abrió la puerta a la emisión de deuda en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) en diciembre de 2013 y ahora ha cerrado con éxito una práctica que será habitual en esta plataforma: el canje de bonos para retener a los inversores que quieran continuar.
La constructora lanzó el pasado 5 de julio una oferta de canje a los dueños de la deuda emitida hace cuatro años y medio. Finalmente, dueños de 17,5 millones de esos bonos han aceptado la propuesta, aunque cobrarán menos intereses. Copasa pagará por los títulos, con un vencimiento a cuatro años, un 6% anual. Ha vendido además 22,5 millones adicionales a otros inversores, de forma que la emisión suma un total de 40 millones de euros. Beka Finance, Sabadell y Banco Finantia han sido los colocadores.
«Es destacable el gran interés que ha generado la colocación fuera de España. Más del 30% de la demanda ha provenido de inversores extranjeros, lo que demuestra la confianza en el emisor y revela un cambio de percepción hacia el sector constructor. Este porcentaje no es habitual en una colocación de este tipo», señala Fernando Delgado Parra, director de originación de renta fija de Beka Finance.
La primera emisión llevada a cabo por la compañía en la plataforma creada por BME para promover una financiación alternativa a la bancaria fue el 19 de diciembre de 2013 con la venta de 50 millones en bonos con un interés del 7,5%. Un año después, en diciembre de 2014, colocó otros 30 millones con un cupón del 7% que expiran en el mismo mes de 2020.
Copasa ha reducido su deuda cotizada en el MARF desde los 80 hasta los 70 millones de euros, si bien fuentes conocedoras de la colocación explican que se ha debido al deseo de la compañía de reducir su apalancamiento ante las menores necesidades de financiación.
A punto de cumplir un lustro de vida, el mercado comienza a toparse con los primeros vencimientos. Y los expertos coinciden en que las empresas ni emitirán deuda nueva para amortizar la anterior ni la eliminarán sin más. Copasa ha mostrado el camino. Como la constructora gallega, una mayoría de ellas empleará una tercera vía que consiste en realizar canjes de bonos para retener a los inversores que quieran continuar. Así no tendrán que lidiar con problemas técnicos que pueden tener difícil arreglo para empresas de tamaño medio.