El pasado fue un buen ejercicio para el grupo Copasa. La compañía constructora y de servicios mejoró sustancialmente su rentabilidad, pero el año 2020 está lleno de incertidumbres y el impacto de la pandemia en todo el mundo tendrá un impacto aún incierto. La empresa presidida por José Luis Suárez apunta a su actividad de construcción como la más afectada. El Ave a la Meca fue parcialmente paralizado y explica que en Latinoamérica se van produciendo paralizaciones de forma gradual y esto, dice, «podría tener impacto en el capital circulante». La afectación en servicios es desigual. Por ejemplo, mantiene su actividad normalizada en las estaciones depuradoras, en el mantenimiento de carreteras o la recogida y gestión de residuos, pero no ocurre lo mismo con las áreas de servicio con zonas de restauración, aunque estos ingresos señala que no son relevantes para el grupo.
Su otra gran área de negocio, que intenta impulsar para generar recursos recurrentes, como es la de concesiones, corre riesgo en aquellos contratos que dependen de la demanda, pero en este caso se acogerá a las medidas decretadas por el Gobierno para compensar gastos.
A cierre de 2019, Copasa contaba con una cartera contratada por 1.875 millones de euros, que supone una ligera reducción en relación a la de 2018 (1.913 millones). El mercado nacional y gallego supone el 52,5% del total y el peso relativo del internacional se quedó en algo más del 47%, registrando un cuarto año consecutivo de caída y 17 puntos porcentuales por debajo del peso que tuvo en 2016. Para la Administración general construye la Autovía de Sierra Nevada o el acceso ferroviario al puerto exterior de Ferrol, mientras que en el mercado exterior tiene el Ave a La Meca, y carreteras en Bolivia, Uruguay y en el estado de Texas.
El año pasado la cifra neta de negocios consolidada del grupo alcanzó los 314 millones de euros, lo que supuso un 3,6% más. El 40% correspondió al mercado internacional, pero la compañía consideraba antes del estallido de la pandemia que en 2020 podría ser mucho más relevante al tener avanzadas dos adjudicaciones a su filial estadounidense en Texas. Copasa asegura que continuará buscando proyectos que le aseguren una rentabilidad de doble dígito, frente a volumen. En 2019 lo consiguió al mejorar el margen ebitda al 13,73% (11,7% de un año antes). Su resultado de explotación mejoró un 31%, hasta los 33,7 millones, con un resultado consolidado de 9,7 millones (11% más) y duplicar el beneficio de la sociedad dominante, Copasa, a los 4,2 millones de euros.
Uruguay y Brasil
La empresa explica que mejoró su rentabilidad gracias a la puesta en marcha de dos proyectos concesionales como es Circuito Vial Tres, en Uruguay, y Aguas do Guamá en Brasil, cuyo retraso le había penalizado en 2018. Solo el proyecto uruguayo prevé unos ingresos de 463 millones de euros con una concesión a diez años. Esos dos países, junto a Arabia Saudí, fueron los que más ingresos aportaron al grupo que está participando en licitaciones en Suecia para abrir mercado allí. Copasa redujo el año pasado su nivel de endeudamiento a un ratio de deuda financiera sobre ebitda del 1,44%. A final de 2020 vence su emisión de bonos por 30 millones de euros y dentro de dos, en 2022, otra por 70.