La empresa ourensana ha diseñado un plan de estudios con 1.200 horas y se ha convertido en el primer centro de capacitación de esta especialidad en toda Europa
Una pequeña localidad leonesa al sur de la capital de la provincia, Palanquinos, otrora terminal de una de las líneas de los Ferrocarriles Secundarios de Castilla, se ha convertido en una referencia mundial en la formación de especialistas para el manejo de máquinas de vía gracias a los cursos que ha desarrollado Copasa. El objetivo de la multinacional ourensana, crear su propia cantera en un sector profesional en el que no hay ninguna escuela de capacitación en toda Europa. Entre las áreas de negocio de Copasa, la ferroviaria adquiere cada vez más peso, tanto en la construcción de nuevas líneas, especialmente de alta velocidad, como en el mantenimiento de las mismas. Actualmente se ocupa del mantenimiento de 307 kilómetros de los 450 que tiene de longitud la línea Haramain, de alta velocidad entre La Meca y Medina.
La maquinaria de construcción y mantenimiento está formada por complejas y pesadas unidades que actúan de forma autónoma o formando trenes: bateadoras, perfiladoras, estabilizadores, desguarnecedoras, trenes de balasto, carrileros, amoladoras de vía, locomotoras. Son algunos de los componentes de este parque de material móvil que se caracteriza por una alta exigencia de precisión en el desarrollo de su desempeño. Copasa cuenta en la actualidad con una treintena larga de estas máquinas, alguna de las cuales sobrepasa las 100 toneladas y los 30 metros de longitud. El trabajo en las líneas de alta velocidad, tanto a la hora de montar vía como de realizar el mantenimiento con la línea ya en servicio, es muy exigente en cuanto a precisión y control. Eso obliga a que la formación sea todavía más exhaustiva.
Los candidatos a formar parte del equipo de especialistas realizan su formación en FP Dual. Luis Manuel Díez, ingeniero industrial y jefe del parque de maquinaria de Copasa, es el coordinador y responsable de esta formación para la que fue necesario crear un plan de estudios y todas las materias que conforman su cuerpo teórico. Los alumnos proceden de los centros Don Bosco de León y La Robla. La formación teórica se extiende a lo largo de 600 horas y la práctica, ya con la maquinaria de vía, son otras 600.
“Se seleccionan grupos muy reducidos”, explica Luis Manuel Díez, que añade: “Son cuatro o cinco alumnos por curso, porque se trata de una formación muy técnica y especializada y que requiere de un seguimiento muy personalizado en cada alumno”. Finalizada la formación, los estudiantes obtienen la titulación que acredita su especialización en maquinistas de vía”.
Díez reconoce que es una formación no exenta de dificultad. “La mayor parte de los trabajos de mantenimiento de vía se realizan en horario nocturno, cuando no hay circulación comercial y por la localización de las infraestructuras supone para los candidatos tener que desarrollar su actividad profesional fuera de casa”. El mantenimiento de la línea Haramain La Meca-Medina es un buen ejemplo. Allí tiene Copasa desplazado un equipo de cincuenta personas y un parque de algo más de 15 grandes máquinas y trenes. La necesidad internacional de trabajadores con ese perfil, podría hacer de este proyecto el germen de una escuela que cubriese la demanda de profesionales de maquinaria de vía de las futuras líneas de alta velocidad en el mundo.