Con casi cuatro kilómetros de longitud
COPASA coloca el emisario submarino de Pontevedra con tecnología pionera

La nueva tecnología “direct pipe”ha sido utilizada por primera vez en España por COPASA para instalar el juevo emisario submarino de la ria de Pontevedra, de 3.727 metros de longitud. Este innovador sistema emplea una microtuneladora dirigida por control remoto para instalar tuberías subterráneas y reduce drásticamente el impacto medioambiental en una zona sensible por la actividad marisquera. La actividad no se detuvo durante los 24 días que duró la perforación, avanzando de media 29 metros por día, frente a los ocho metros del método convencional. La instalación permitirá dispersar el agua residual tratada de Pontevedra y su entorno.

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Asumirá el mantenimiento durante 17 años
COPASA reconstruyó casi 300 km. de la gran arteria viaria que cruza Uruguay

Después de tres años de trabajos en el Circuito 3, COPASA ha finalizado las obras de reconstrucción que ha ejecutado en distintos tramos de la Ruta 14, la gran arteria transversal centro-oeste del país que conecta a cuatro importantes poblaciones en el trazado que comunica con Argentina y Brasil.

El proyecto requirió una inversión de 210 millones de euros, para rehabilitar 280 kilómetros de carretera, ampliar los radios de las curvas y suprimir todas las rampas y pendientes inferiores a 0,10% de desnivel, ampliar y reforzar diez puentes y construir otros diez nuevos, conexiones, enlaces y bypass a las zonas urbanas, además de aplicar una solución técnica al pavimento que consigue transformar un firme fatigado en un vial de vanguardia con capa de gran capacidad de soporte y con múltiples beneficios medioambientales, técnicos y económicos.

El contrato, adjudicado por el Gobierno uruguayo incluye el mantenimiento y la conservación de la ruta durante los próximos 17 años.

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Incluye el Eje Vigo-A Coruña y Ourense-Santiago
Adif encarga a COPASA el cuidado de las líneas del AVE con mayor tráfico en Galicia

Francisco Gil – LA REGIÓN

El consejo de administración de Adif acaba de adjudicar el contrato de mantenimiento de la línea gallega de alta velocidad desde Pedralba de la Pradería a Santiago y del corredor del eje atlántico entre A Coruña y Vigo a la unión temporal (UTE) encabezada por las empresas ourensanas Copasa y Cosfesa junto a Neopul-Sacyr, por un plazo de cuatro años y un importe que ascenderá a algo más de 49 millones de euros, IVA excluido. El retraso en la adjudicación y, en general en la tramitación de todo su proceso, fue debido a varios recursos presentados por la Confederación Nacional de la Construcción ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC), dependiente del Ministerio de Hacienda.

El contrato, ya adjudicado, está pendiente de formalización y su entrada en vigor se producirá el próximo mes de noviembre, según las estimaciones de Adif. Su vigencia asegura los trabajos de conservación y mantenimiento de la red de altas prestaciones y alta velocidad de Galicia hasta noviembre de 2026, con la opción de prórroga hasta noviembre de 2027.

En los once meses que discurrieron desde el inicio de la utilización comercial de la línea gallega de alta velocidad hasta que dicho contrato se encuentre operativo, Adif recurrió a otros contratos vigentes para impedir que una infraestructura tan sensible, como es una línea de alta velocidad, quedase desprovista de un mantenimiento tanto preventivo como correctivo.

 

Plan B

Adif tuvo que echar mano de un plan B para poder cubrir las necesidades de mantenimiento hasta el próximo noviembre, mediante la adaptación de dos contratos que ya estaban vigentes, uno en el ámbito de la conservación de las vías de ancho métrico e ibérico, para los tramos de ancho ibérico (Eje Atlántico y LAV Ourense-Santiago), y otro de servicios de premantenimiento y mantenimiento de plataforma, vía y aparatos de vía y mantenimiento de balsas de decantación de la LAV Madrid-Galicia (tramo Pedralba de la Pradería-Taboadela).

El cuidado de dichas líneas también está encomendado a otros ocho contratos, destinados al mantenimiento del telemando de energía, centros de autotransformación, instalaciones de energía y catenaria. Instalaciones de protección y seguridad en los túneles (tramos Pedralba-Vilariño y Vilariño-Taboadela, Ourense-Santiago y Vigo-A Coruña), instalaciones de enclavamientos, sistemas de protección del tren, control de tráfico centralizado y comunicaciones.

 

 

 

El control de las vías, desde O Irixo y A Mezquita

De los más de mil kilómetros de vía férrea que tiene Galicia, este contrato se ocupará de las líneas de mayor tráfico. Ourense monopoliza las dos bases de mantenimiento desde las que se llevarán a cabo las operaciones. La base de O Irixo, en la línea Ourense-Santiago, para las vías de ancho ibérico, y Vilavella, en A Mezquita. Para este último municipio, la base desde la que se desarrollará la conservación del último tramo de la línea de ancho estándar, entre Pedralba y Taboadela, va a suponer la creación de nuevos puestos de trabajo de técnicos y operarios especializados que tendrán allí su centro de operaciones. Pero habrá que esperar a que esa base esté construida, algo que podría demorarse, al menos hasta el próximo otoño.